LEYENDAS 9
RELATO 17
—¿Ochenta euros? —preguntó Alba un poco ansiosa, al ver que a su alrededor la fiesta había despegado.
—Amor Escarlata es de calidad, preciosa —le dijo el camello, haciendo un amago de guardarse la bolsita en el bolsillo de la chaqueta.
Entonces ella miró a sus amigas, que también habían sucumbido ante el influjo de la droga y ahora la ignoraban, totalmente colocadas. Además, parecían pasárselo de miedo…
—¡Espera, te la compro!
El hombre sonrió, aceptó el dinero, lo contó y una vez efectuado el intercambio, desapareció entre la multitud.
Ella sabía perfectamente que no necesitaba esa mierda, pero… «¡Por una vez no pasará nada…!»
Iba acercando la pastilla a su boca, cuando una de sus amigas la empujó de tal forma que ésta se le cayó al suelo.
Alba la miró extrañada, descubriendo que la gente se peleaba a su alrededor de forma salvaje, mordiéndose unos a otros y arrancándose trozos de carne mientras la sangre salpicaba a borbotones. Intentaba detener a su grupo, histérica, cuando todo el mundo se volvió hacia ella, mirándola con los ojos teñidos de rojo, de un escarlata tan intenso y brillante como la maldita pastillita…
RELATO 18
—La corona te hará rey —le dijo el Dios—. Pero serán tus manos las que os salvarán de la quiebra, transmutando todo cuanto toques…
El hombre aceptó los regalos de buen grado y al posarse sus dedos sobre el objeto de cobre, éste empezó a cambiar de color y a ganar peso, hasta convertirse completamente en oro macizo.
Aquel acontecimiento marcó el resurgir de Frigia, desaparecieron las aldeas pequeñas y pobres. En algunos lugares especiales podían encontrarse templos en los que descansaban hermosas esculturas de mujeres, y que intentaban ocultar un oscuro secreto.
Pues Midas también era un hombre, a pesar de su don. Cada cierto tiempo sucumbía ante la tentación y tras convertir a sus amantes en estatuas de oro, tocaba cada parte de la cama para que ellas descansaran eternamente rodeadas de lujo. Luego edificaba camuflados mausoleos a su alrededor, con la esperanza de cubrir su vergüenza.
Y fue sucediendo así hasta que el rey encontró esposa, la mujer mas bella de toda Grecia, una joven avispada que tras ver claramente el problema, decidió cortarlo de raíz.
—O te deshaces de esa magia —le dijo a su marido la noche de bodas—. O conmigo a pan y agua.
El rey corrió hacia el río Pactolo pidiendo a Dioniso que lo liberara, enajenado de amor…
Leyendas 9 por Ramón Márquez Ruiz se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )