Capítulo 3
1975
El viento le agitaba la cabellera rojiza, empujando los mechones contra su rostro de forma incesante. Macarena apartaba su flequillo paciente mientras miraba como el puerto de Barcelona se alejaba a un ritmo que le parecía vertiginoso, completamente ensimismada en las vistas.
Abandonar la Ciudad Condal había sido una decisión muy difícil de tomar. En otros tiempos, su marido solía decirle a menudo que si algún día les tocaba la lotería, se irían para no volver… Pensar en aquello le provocó un ligero escalofrío. Allí estaban Daniel y ella, solos, con una mano delante y otra detrás…
—Adiós mi querido y amado soñador —la mujer susurró al viento, pensando en el esposo que dejaba enterrado en aquella tierra, sabiendo que tal vez no regresaría. Ya habían transcurrido cinco años desde aquel fatídico día y el carácter de Daniel había cambiado tanto…
El chaval escuchó el murmullo y prefirió no decir nada, apretando los labios bien fuerte. Llevaba varios días enfurruñado con su madre, apenas cruzaban alguna palabra y todas solían ser para culparla de que se quedara sin amigos, al obligarlo a marcharse. Como si el echo de no tener padre no fuera suficiente…
—¿Ya estás contenta? —soltó el crío con un tono de voz tajante, volviéndose hacia su progenitora para mirarla a la cara—. Al final lo hemos perdido todo y encima abandonamos a papá. Puta mierda de vida…
Al oír la última frase Macarena optó por pensar una respuesta pacífica. No solía permitirle aquel lenguaje pero comprendía el mal ánimo de su hijo. Ambos se hallaban en una encrucijada vital y Daniel era un chaval muy espabilado en algunas cosas, demasiado de lo que le correspondía por edad. Y descubrir que no solía frecuentar buenas compañías había enfatizado la decisión de abandonar Barcelona. Prefería morirse antes de permitir que su tesoro se convirtiera en algo oscuro, pues él era lo único bueno que le quedaba en la vida. Y a sus trece años, cada vez se parecía más a Mario.
—Escúchame bien —se decidió a responder la mujer, unos instantes después—. Aún no puedo creer la suerte que hemos tenido al encontrar ese empleo en Menorca, así que ahórrate cualquier reproche. Cuando seas un hombre lo comprenderás. Las personas no vivimos del aire… ¿Lo sabías?
—Son unos jodidos guiris, mamá.
—No hables así de los Quatermane, ¿quieres? —le recriminó Macarena—. Son ingleses y viven en la isla desde hace bastante tiempo. Seguramente la señora también será tan buena persona como él. ¿O acaso el señor Quatermane no fue amable contigo cuando me hizo la entrevista? Deberías haberle dado las gracias a tía Soraya por haberme recomendado para el empleo…
—Esa mujer no es mi tía, está gorda y huele a pescado podrido. No me extraña que sea una solterona…
—¡Joder Daniel, cállate de una maldita vez! Soraya ha sido una buena amiga, ¿de acuerdo? No puedo decir lo mismo del pelotas ese o el Quesada…
—Es el Bolas, mamá, no el pelotas. Y son buena gente…
—Sí, claro, ¿antes o después de darle una paliza a aquellos chavales…? Mira, no voy discutir. La señora Quatermane está enferma, así que necesitan a alguien que esté pendiente de todo un poco. Y el sueldo es muy bueno, imposible de encontrar en casa…
—Genial, vas a ser una Chachaenfermera…
—Muy agudo, cariño.
Se hizo el silencio entre los dos, rotos por el sonido del ferry y el mar. Macarena suspiró y volvió a centrarse un instante en la costa. Todo se veía tan pequeño, casi al punto de desaparecer…
—Nos irá muy bien el cambio, ya lo verás. Y tú eres un chico genial, harás nuevos amigos con la gorra. Por no decir que mis jefes tienen dos niñas, y una de ellas es más o menos de tu edad…
—Sí, dos jodidas inglesas estiradas, seguro…
La mujer se dirigió junto a su retoño y lo apretó bien fuerte contra sí. Tenían que ser fuertes, la vida podía ser extraña y complicada. Pero también maravillosa, algo que ella deseaba descubrir. Ya se había casado de pasarlo mal. Un nuevo comienzo los aguardaba.
—Daniel Martín, voy a lavarte esa bocaza con jabón.
La infancia en Marte por Ramón Márquez Ruiz se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )
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