LA ISLA Y YO es una propuesta de la comunidad de RELATOS EXTRAORDINARIOS y se trata de una novela conjunta, escrita por múltiples autores entre los que me incluyo.
El relato que leeréis a continuación es mi segunda colaboración, el capítulo 32. Esta narración ha seguido un hilo que ha ido creciendo con cada aportación, intentando que los capítulos tuvieran una continuidad y un nexo común, quedando una historia rica en estilos y matices. Ha sido coordinada por un buen amigo, OSCAR RYAN, con muy buena y meticulosa mano, por lo que deseo brindarle un sincero aplauso.
Al final de mi texto aportaré la dirección de BUBOK con la novela completa, en la que se indica el autor de cada episodio. Es gratuita y espero que la disfrutéis. Muchas gracias por dedicarme algo de vuestro tiempo ; )
CAPÍTULO XXXII. RENACER
Despierto de un sueño profundo y reparador, en el que había dejado de ser un hombre para convertirme en una gaviota que surcaba el cielo azul, más allá del horizonte. Un segundo después, con la consciencia recuperada, me doy cuenta de que no estoy solo en mi lecho de flores. La miro unos instantes, sonrío, le acaricio la cara y contemplo como abre los ojos. Algo me susurra que aún desconozco muchas cosas sobre ella, pero Tahahoe me parece preciosa, tanto como una luz en la oscuridad.
Un amago de sonrisa se dibuja en sus labios y me besa, dejo que sus manos recorran mi torso para descender hasta la parte más íntima de López, que noto, ha amanecido con dureza… ella la observa sorprendida y se aúpa sobre él, siento como vuelvo a penetrarla, una corriente de placer eléctrico desciende por la punta de mi miembro e inunda cada rincón de mi cuerpo, hasta llegar al alma. Mis manos se posan sobre su pecho tambaleante, creo percibir los latidos de su acelerado corazón. Y contra todo pronóstico siento que he renacido de nuevo, con el poder que sólo algo tan maravilloso como el amor puede otorgar a los seres mortales como nosotros. Eyaculo con una exclamación, un pedazo de mi ser brota hacia ella otra vez. Tahahoe lo recibe con frenesí, después queda tumbada y le acaricio el cabello, la beso el cuello; en este instante ya no me importa lo desafortunado de nuestra situación, ni los zombis que nos persiguen, ni los traficantes de lijunia, nada…
—Te quiero —le susurro en mi idioma, sabiendo que seguramente, no lo comprenderá. Creo que me ha salvado de convertirme en otro muerto caminante, creo que me ha salvado de la locura, de la devastadora soledad, de mí mismo y del desamparo…
Él ha vuelto a quedarse dormido y lo observo en silencio, notando como su pecho sube y baja lentamente, a un ritmo acompasado. Le acaricio la cara de forma delicada, pensando que es un lunático bonito. El efecto de la lijunia ya ha desaparecido y su miembro ha vuelto a la tranquilidad. Una parte de mí siente alivio, aunque la otra desea, de nuevo, notarlo bien adentro, despertando una mágica energía que creía perdida, extinta…
Me bajo de su torso y le miro la herida del tobillo con satisfacción, hasta sorprendida… a lo largo de los años he ido descubriendo partes de mi misma que desconocía y contra todo pronóstico, he sobrevivido. Pero ahora, además, he vislumbrado otra faceta que ha conseguido hacerme pensar, ya que algo me dice que he logrado salvarlo de la muerte caminante. Me siento como una chamán, que he renacido como una antigua Diosa de la vida. Y al mismo tiempo percibo que López me ha contagiado con su locura, con los rasgos que no comprendía y que de repente soy capaz de valorar. Tal vez sea patoso, diferente, poco ducho en las artes de la supervivencia. Tal vez su tez sonrosada sea distinta a la mía. Pero nos hemos unido en uno solo, ahora él es mi hombre patoso, mi extraño compañero de desventuras. Un susurro bajo la piel me dice que su simiente va a establecerse en algún punto indeterminado de mi matriz. Sé que es muy probable que de nuestra extraña unión nazca una nueva vida, tal vez con un tono de piel distinto al nuestro, ni claro ni tan oscuro como la mía. Él será un padre perfecto y aprenderá a vivir, ya que le voy a enseñar todo cuanto sé…
Ahora he de dejar de fantasear y salir a buscar provisiones; su herida tardará unos días en permitirle caminar con soltura. Por desgracia conozco lo que los muertos son capaces de hacer con un solo mordisco, aunque gracias al cielo, la rapidez los abandonó tras resucitar como carne podrida. Aún disponemos de tiempo y no estoy dispuesta a perder nada. Salgo de la cueva y miro al cielo azul, esperanzada. Dejaré que descanse, mientras yo ya empiezo a buscar todo lo necesario para abandonar esta isla maldita, esta tierra que él, de forma ingenua, llama el reino de Lop. Aquí no hay nada para nosotros, sólo terror, destrucción y tristeza.
Después de un rato he logrado recopilar troncos y lianas suficientes para confeccionar un par de cuerdas. Esta noche le enseñaré a crearlas, al menos podrá ayudarme en tareas que requieran estar quieto. Lo dejo todo en la entrada de la cueva, y la tapo con unas frondosas ramas antes de marchar a buscar comida. Soy una buena cazadora, por lo que no tardaré en regresar con un buen botín de pescado y animalitos de carne jugosa.
Sé que he estado fuera bastante tiempo, espero que López se encuentre mejor. Nada más llegar a la entrada del refugio noto que algo no va bien. Han apartado las ramas que disimulan su entrada, un mal presentimiento invade cada palmo de mi ser. Agarro uno de los palos más gruesos y entro, dejando las provisiones en un rincón… noto hedor, una muy mala señal. Avanzo a paso veloz y tardo un minuto en llegar hasta él…
—¡MIOHAII! —grito al ver a una figura decrépita cerca de mi hombre dormido, oigo como lo huele y siento un escalofrío.
Aprovecho que me da la espalda para colocarme detrás y justo cuando voy a darle un golpe en la cabeza se vuelve y me mira, con la cara medio podrida y devorada… en otro tiempo debió de ser una hermosa muchacha, pero ahora… ella grita con frenesí… López despierta alertado, mirándonos a las dos. Entonces la observa un segundo, noto que sus facciones cambian hacia una mezcla de sorpresa, pavor y tristeza…
—¿¡EVA!? —exclama al ver el rostro del cadáver andante…
Continuará…
Y eso es todo por ahora; antes de terminar me gustaría dedicar una ovación a todos los autores que han colaborado, sin ellos esta genialidad no hubiera sido posible. Ahora sí, me despido con el enlace prometido. No os perdáis esta genuina novela, la recomiendo al 100%. Gracias por dedicarme algo de vuestro tiempo, nos veremos en otra ocasión ; )
CONTINUARÁ…
Y eso es todo por ahora; antes de terminar me gustaría dedicar una ovación a todos los autores que han colaborado, sin ellos esta genialidad no hubiera sido posible. Ahora sí, me despido con el enlace prometido, clicar en las palmeras para acceder a la página de BUBOK. No os perdáis esta genuina novela, la recomiendo al 100%. Gracias por dedicarme algo de vuestro tiempo, nos veremos en otra ocasión ; )
Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )
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