RELATO 2. RECUERDO

El hombre suspiró varias veces. Luego le dio una larga calada al cigarrillo y se entretuvo en expulsar el humo, dibujando aros evanescentes en el aire.

“Maldita sea” pensó, desde el callejón. Ella no aparecía y según su cliente, siempre pasaba por aquella calle a las once de la noche, para volver a casa del trabajo.

Respiró hondo, percibiendo el característico olor a humedad que siempre precedía a las tormentas. Y eso le hizo recordar su primer encargo muchos años atrás, siendo un joven inexperto. A él acudió de nuevo la cara de aquel caballero cuando le asestó la primera puñalada en el estómago, la extraña sensación de notar su sangre tibia mojándole las manos…

Pasarse a las pistolas había sido todo un acierto, realizaban trabajos limpios con los que era fácil no macharse. Aunque siempre retendría a su primera víctima en la memoria…

Un ruido lo sacó de sus ensoñaciones y se volvió, topándose con una hermosa mujer. Justo la que tenía que asesinar aquella noche.

—Hola guapo —le dijo ella, antes de apuñalarlo en las tripas—. ¿Recuerdas a mi padre? Lo mataste hace veinte años…

Una presencia que lo había visto todo, volvió a saltar…

 

RELATO 3. FELICIDAD

—¿Quiere otra copa, caballero?

Agustín asintió y contempló en silencio como le rellenaban el vaso vacío.

Tras aflojarse el nudo de la corbata se sintió más relajado y dio un largo trago al whisky, degustándolo con tranquilidad. Entonces contempló el anillo dorado que decoraba uno de sus dedos. Sabía que Florence había tenido varios amantes a lo largo de los años y sospechaba que no lo abandonaba por la vida acomodada que tenían en común.

Agustín nunca se había quejado, pero en cierto sentido le sucedía lo mismo. Ya tampoco la quería, a pesar de haberse acoplado a ella. Y de cara a la galería, que un hombre de negocios con tanto éxito estuviera casado con una artista, le abría muchas puertas, por extraño que pudiera resultar. Juntos eran el negocio perfecto. Sin amor, pero bien avenido.

El hombre vio por el rabillo del ojo como una hermosa mujer se sentaba junto a él y lo miraba.

—¿Puedo invitarla a algo, señorita? —le preguntó, dedicándole una radiante sonrisa.

“¡Que diablos!” pensó él. Florence podía irse al cuerno aquella noche. Aún era atractivo. Y tenía preservativos en la cartera…

Una presencia que lo había visto todo, volvió a saltar…

 

 

Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )

10 Comentarios

  1. María

    Ummm dos historias completamente distintas, pero sugerentes las dos. Un cambio inesperado en ese asesino asesinado y una infidelidad bien avenida.
    Muy bueno.
    Un besillo.

    Responder
    • Ramón Márquez Ruiz

      Muchas gracias por comentar, María! Me alegro de que te hayan gustado las dos. Un fuerte abrazo! ; )

      Responder
  2. Irene F. Garza

    Saltos y más saltos, ¿qué pasa si nos fijamos en lo que nos rodea? Que vemos la imperfección y su belleza, aunque en los dos casos esté sobrevalorada y sea de la negativa, (vamos de la mala, mala!)

    El primero me ha encantado Ramón, un círculo que llega a su fin, con nombre a venganza familiar.

    Un fuerte abrazo, compañero! 😉

    Responder
    • Ramón Márquez Ruiz

      Muchas gracias por comentar, Irene! Jajaja, en ocasiones dar saltos nos hace mirar, realmente mirar. Creo que es el caso de ambos relatos, aunque si, en este caso es una realidad imperfecta y bastante negativa. Kathara ha de comprender para llegar al final de su viaje, aunque en ocasiones lo que le muestren pueda ser terrible. Un fuerte abrazo compi!

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  3. Ziortza Moya

    Vaya, dos historias que parecen no tener conexión una con otra, salvo el final en la que esa presencia que vuelve a saltar. El primero me ha encantado con ese asesino que al final es víctima de su propia forma de vida, una vendetta en toda regla. Y la segunda, una infidelidad que parecía más que cantada por la situación del matrimonio. Parece que queda mucho por comprender…
    Me han gustado mucho, Ramón, esperando con ganas las próximas entregas.
    ¡Un abrazo muy fuerte!

    Responder
    • Ramón Márquez Ruiz

      Muchas gracias por comentar Ziortza! Me alegro de que te hayan gustado las dos historias! Espero que te sigan gustando las próximas entregas, jeje. Los viajes de Kathara aún no han terminado. Un fuerte abrazo! ; )

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  4. Josep Mª

    Muy buenos relatos. Una justicia vengativa y una infidelidad en ciernes que no sabemos dónde va a llegar. Y esa presencia extraña que le añade ese toque de suspense.
    Has sabido enganchar al lector (al menos a mí) con una brevedad que a veces resulta difícil de equilibrar con la potencia de la historia a contar.
    Un abrazo.

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    • Ramón Márquez Ruiz

      Muchas gracias por comentar, Josep Mª! Gracias por tus palabras, jejeje, sintetizar historias en 200 palabras es algo que me sigue costando bastante, depende del día. Que deparará esa presencia extraña, que parece ser el único nexo en común de ambos relatos? Tal vez lo descubramos en otras entregas! Un fuerte abrazo! ; )

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  5. David Rubio Sánchez

    Kathara sin duda debe estar flipando con los diferentes especímenes humanos y las historias que viven, je,je,je… Dos estupendos micros en los que cada historia desmenuza un poquito la enorme complejidad de las relaciones humanas. Solo te sugeriría, sobre todo para nuevos lectores, que incluyeras una introducción explicando la figura de Kathara para evitar que esa presencia que salta al final de las historias no lleve a equívocos. No sé qué te parece. Un abrazo!

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    • Ramón Márquez Ruiz

      Muchas gracias por comentar, David! Me alegro de que te hayan gustado los relatos. No es mala idea la que comentas, aunque ya explico de que tratan Holograms y Prisma en la sección donde se encuentran los capítulos. De todos modos lo miraré, muchas gracias por la sugerencia! ; )

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